Acompañamiento en el Duelo por la Pérdida de tu Mascota

La despedida de una mascota es uno de los momentos más difíciles que enfrentamos como tutores. Nuestros animales forman parte de nuestra familia y su partida deja un vacío profundo. En After Life Vets, entendemos la importancia de este proceso y queremos ofrecerte apoyo a través de nuestro servicio de acompañamiento en el duelo.

Contamos con un equipo de psicólogas/Terapeutas especializadas en duelo animal que te ayudarán a transitar esta etapa con respeto y comprensión. Ya sea que necesites orientación para afrontar la pérdida, apoyo emocional para ti o tu familia, o simplemente un espacio seguro donde expresar lo que sientes, estamos aquí para ayudarte.

Cada persona vive el duelo de manera diferente, y no hay un tiempo exacto para superarlo. Nuestra misión es ofrecerte las herramientas necesarias para que puedas honrar la memoria de tu mascota y encontrar paz en su recuerdo.

Si sientes que necesitas apoyo o quieres más información sobre nuestras sesiones de acompañamiento, no dudes en contactarnos.

Eva Narváez

Eva Narváez

Psicóloga

Eva Narváez es una psicóloga especializada en duelo por la pérdida de mascotas, utilizando enfoques humanistas y técnicas de mindfulness para transformar el dolor en un recuerdo amoroso.

Noelia Ramos

Noelia Ramos

Terapeuta

Noelia Ramos es una pedagoga y terapeuta especializada en duelo, formada en la Escuela de Desarrollo Transpersonal y la Universidad Europea Miguel de Cervantes. Ofrece un espacio seguro para procesar la pérdida y encontrar recursos para la recuperación emocional.

Cristina Cuesta

Cristina Cuesta

Psicóloga

Cristina Cuesta es una psicóloga especializada en duelo animal e inteligencia emocional, con más de cinco años de experiencia en acompañar a familias tras la pérdida de sus mascotas. Ofrece talleres y un espacio seguro para expresar y transformar el dolor en amor, enfatizando el respeto y la empatía.

Alejandra González de León Psicóloga

Alejandra González de León

Psicóloga

Alejandra es Psicóloga Sanitaria, Psicoterapeuta Integradora y Terapeuta Familiar especializada en duelo, con más de 10 años de experiencia acompañando a personas en su camino hacia el bienestar mental y emocional. Su enfoque terapéutico integra diversas corrientes psicológicas, lo que le permite adaptar cada intervención a las necesidades particulares.

Preguntas Frecuentes

Resuelve tus dudas

Sí, es completamente normal. Las mascotas no son solo animales de compañía; forman parte de nuestra vida diaria, crean rutinas con nosotros y nos ofrecen su amor incondicional. Su pérdida puede generar un dolor profundo, similar al que sentimos cuando perdemos a un ser querido. Es importante permitirte sentir todas las emociones sin culpa: tristeza, rabia, vacío o incluso confusión. Cada persona vive el duelo de manera diferente, y no hay una forma “correcta” o “incorrecta” de afrontarlo. Si sientes que el dolor es abrumador, buscar apoyo, ya sea con familiares, amigos o un profesional especializado, puede ayudarte a transitar este proceso de una manera más llevadera.

El duelo es un proceso altamente personal y no sigue un cronograma fijo. Algunas personas logran aceptar la pérdida en pocas semanas, mientras que otras pueden necesitar meses o incluso años para procesarla completamente. Factores como la relación con la mascota, la forma en que ocurrió la pérdida y el apoyo emocional que tengas en tu entorno pueden influir en la duración del duelo. Es importante recordarte que no hay prisa para “superarlo”. Cada persona necesita su propio tiempo para sanar. Si sientes que con el paso de los meses la tristeza sigue siendo igual de intensa y afecta tu vida cotidiana, puede ser útil hablar con un profesional que te ayude a gestionar esas emociones.

Los niños pueden experimentar el duelo de manera diferente a los adultos. Dependiendo de su edad, pueden no comprender completamente el concepto de la muerte o pueden interpretarlo de manera literal. Es fundamental hablarles con honestidad, utilizando palabras adecuadas a su edad, evitando frases como “se ha ido a dormir” o “se ha escapado”, ya que pueden generar confusión o incluso miedo.

Anímales a expresar sus sentimientos y recuérdales que es normal sentirse triste. También pueden beneficiarse de rituales simbólicos, como escribir una carta a su mascota, hacer un dibujo en su honor o plantar un árbol en su memoria. Si notas que tu hijo se muestra retraído, con cambios de comportamiento o dificultad para expresar sus emociones, puede ser útil contar con el apoyo de un profesional en duelo infantil.

La pérdida de una mascota deja un gran vacío en nuestra vida, y es natural querer llenarlo con una nueva compañía. Sin embargo, adoptar inmediatamente después de una pérdida no siempre es la mejor opción, ya que podríamos hacerlo desde el dolor y no desde la preparación emocional.

Es importante tomarse un tiempo para procesar la pérdida y asegurarse de que estamos listos para abrir nuestro corazón a un nuevo compañero. Una nueva mascota no reemplazará a la anterior, sino que traerá una nueva relación y nuevas experiencias. Si decides adoptar, hazlo desde un lugar de amor y con la disposición de darle el tiempo y el cuidado que merece.

El duelo es un proceso natural, pero en algunos casos puede volverse complicado o prolongado, afectando nuestra vida diaria de manera significativa. Si notas que después de un tiempo sigues sintiendo una tristeza profunda que no disminuye, si el dolor te impide realizar tus actividades cotidianas o si experimentas síntomas como ansiedad, insomnio o aislamiento social, puede ser recomendable acudir a un profesional.

No, el duelo afecta a personas de todas las edades, incluidos niños y adolescentes. Cada miembro de la familia puede experimentar la pérdida de manera diferente, y es importante que todos tengan un espacio para expresar sus emociones y recibir apoyo si lo necesitan.

Las sesiones de duelo pueden adaptarse a la edad y las necesidades de cada persona, ofreciendo enfoques distintos según se trate de un niño, un adolescente o un adulto. En el caso de los niños, las sesiones suelen incorporar actividades como cuentos, dibujos o juegos terapéuticos para ayudarles a expresar lo que sienten de una forma natural y comprensible para ellos.